Hoy te extrañé desde mi ira,
entre los ojos furtivos de la tarde
de esta primavera dormida.
Nos fuimos sin esperarnos
por arenales del cielo
cual estrellas fugaces.
Nebulosa conciencia
que en su triste espejismo cree abrazarte
vestida de tu piel encendida,
perdida,
entre verdes follajes.
Si algo de ti
queda en mi todavía
serán tus memorias dormidas,
volaste inalcanzable,
aún contemplo tus largos cabellos
y tu amor salvaje...
Hoy te extrañé porque no has vuelto a mirarme,
porque sigues volando inalcanzable
mientras muere la piel,
cada tarde....
María . Alejandra. Castellanos. Briceño
www.aorillasdelfirmamento.blogspot.com
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